Reseña: Hasta la última palabra de Tamara Ireland Stone

He decidido que mientras empiezo el 2017 Reading Challenge de Goodreads, lo que voy a hacer durante este mes es poner al día las reseñas, sobre todo las literarias. He leído bastante durante todo diciembre pero todavía no he podido explicar por el blog qué me parecieron esos libros, así que hay que empezar ya. Espero que a finales de enero o principios de febrero pueda empezar a reseñar los que estoy empezando este año. Todo es organización.

Gracias, Haymitch.

¡Bien! Hoy os traigo un libro que me ha marcado muchísimo. Las expectativas que tenía eran mínimas. Lo cierto es que empecé el libro sin ningunas ganas de leerlo, pensando que iba a acabar haciendo una mala reseña porque la historia no me llamaba nada la atención. Qué equivocada estaba.
Para mí este libro ha sido demasiado. Está narrado en primera persona, el lector se encuentra dentro de la cabeza de Sam, la protagonista. Si habéis leído la sinopsis sabréis que Samantha sufre un desorden obsesivo compulsivo. Se podría decir que la trama principal, la base de este libro, es cómo le afecta este transtorno en su vida cotidiana, cómo se siente y qué tipo de reflexiones hace al respecto. No voy a entrar en polémica comentando si la autora muestra adecuadamente este transtorno obsesivo compulsivo, no conozco muy bien el TOC, por lo tanto prefiero mantenerme al margen en ese aspecto. Tras esto podríamos subdividir esa trama principal en tres diferentes.

1. Sam y sus amigas de toda la vida. Puede que penséis que el hecho de que Sam tenga un TOC dificultará el que podáis empatizar con ella. Para nada. No me costó en absoluto conectar con la protagonista, principalmente más por esta trama que por ninguna otra. Puede que no todo el mundo lo haya vivido pero para mí esta situación era bastante realista. Un grupo de amigas que se conocen desde pequeñas pero que más tarde cada una crece, conocen a otras personas o simplemente ya no tiene el mismo punto de vista que el resto. No quieres alejarte de ellas porque es como una "traición", pero sientes que ya no perteneces a ese grupo. Además, es un grupo que me recordaba a otros como en la película "Chicas Malas", con unas normas, unas jerarquías..., etc.

2. El Rincón de los Poetas. Sin duda, este grupo no solo supone un soplo de aire fresco para Sam sino también para el lector. Lo único que quería desde su primera aparición es que hubieran más y más reuniones de este club secreto. Me encantaban, me sacaban una sonrisa. No voy a hablar de sus miembros porque me parecería un delito adelantaros esa información, es mejor que cada uno lo averigüe si os decidís por leer este maravilloso libro. No puedo decir más, sólo que me enamoré del Rincón de los Poetas tal y como lo hace Sam... porque todos necesitamos amigos así.

3. Diván Sue. Es la psicóloga de Sam, con ella no sólo veremos una forma diferente de ver el TOC, con ella reflexionaremos. Me encanta cuando los autores retratan tan buenos profesionales y psicólogos. Sin duda me recordaba a Kester, el terapeuta de Rae en My Mad Fat Diary.

El estilo de esta novela es bastante simple. No tiene un lenguaje muy complicado, ni una descriptiva extensa. Es bastante llano, y quizá eso era lo que necesitaba. Su lectura es bastante ágil, yo me lo terminé en menos de un día... vale, me acosté a las tres de la madrugada pero es que la historia me tenía absorta. Este libro tiene uno de los ritmos más fluidos que me he encontrado en mi vida. No puedo decir que sobrase ninguna escena, ningún monólogo ni ningún capítulo. Todo estaba muy conectado y encajaba a la perfección. En cuanto al final... me dejó sin palabras. Fue una espiral de emociones que no cesaban y aunque no quería terminarlo por nada del mundo, devoré los últimos capítulos como jamás lo había hecho.

La única "pega" que le pondría es que hay un hecho importantísimo en el libro que se me hizo un poco predecible, o también puede ser que yo haya visto bastantes películas o series que utilizan el mismo recurso y me lo vi venir. Pero no me importó demasiado haberlo adivinado antes de tiempo porque yo ya estaba pérdida entre sus páginas y no había vuelta atrás.


Como ya he dicho antes, se me hizo muy fácil empatizar con los personajes, especialmente con Sam. No sé si me estaré volviendo blanda, pero últimamente no hago más que encontrarme con protagonistas que cumplen del todo con mis expectativas. Con Sam fue tan fácil. A pesar de sus miedos e inseguridades (que en muchos libros los llevan hasta tal punto que me sacan de quicio), llegué a quererla muchísimo. Yo sufría con ella. Me alegraba cuando algo le salía bien. Lloraba cuando ella lo hacía. No puedo explicar muy bien qué ocurrió pero conecté con la protagonista.

Luego está Coraline. Una luciérnaga en medio de la oscuridad. Necesitaba verla muchísimo más, la eché de menos en situaciones puntuales del libro y cada vez que salía quería desentrañar todos sus secretos. "¿Por qué Coraline se comporto como lo hace?" "¿Qué le pasa?" "¿Por qué está triste y ahora contenta?" "¿Qué hay en su corazón?". Es un personaje que me encantó y que llama la atención de forma simple pero que te llega al corazón sin que te des cuenta.

Por último voy a hablar de AJ, el líder del Rincón de los Poetas. Al igual que me pasó con el resto, no me costó nada que me gustase este personaje. No obstante, tengo que decir que es de los que está más esteriotipado(?). Aun así, le quiero. Me pareció un personaje de los más entrañable, que nos enseña una lección muy valiosa. Un ejemplo de superación y un amigo como los que no hay.

Creo que Tamara Ireland Stone ha hecho un trabajo maravilloso con los personajes. El libro no es que tenga un abanico muy extenso pero están los justos y necesarios. Bien construidos, con un contexto sólido y con personalidades arrolladores. Y sobre todo, reales. Son personajes que dejan huella.