martes, diciembre 01, 2015
Reseña: No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas - Laura Norton
Título: No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas | Autora: Laura Norton
Género: Humor, romance | Editorial: Espasa
SINOPSIS
"Si estás leyendo estas líneas es que te ha llamado la atención el título.¿Te gustaría decírselo a alguien?¿Serías capaz de decírtelo a ti mismo?Y lo más importante: ¿te gustaría mantener durante un buen rato la sonrisa que se te ha quedado en la cara? Pues esta es tu novela.Te podríamos contar con más o menos gracia de qué va la cosa, para que te hicieras una idea: que si la protagonista, Sara, es muy maja, que si tiene un trabajo muy interesante (es plumista, ¿a que nunca lo habías oído?), que si es un pelín obsesiva y alérgica a los sobresaltos... Por supuesto, la vida se le complica y se encuentra con que su piso se convierte en una especie de camarote de los hermanos Marx cuando en la misma semana se meten a vivir con ella su padre deprimido, su hermana rebelde y su excéntrico prometido y, sobre todo, el novio al que lleva mucho tiempo sin ver... Pero mejor no te lo contamos porque te gustará leerlo. Lo único que necesitas saber es que, desde el título, te garantizamos unas cuantas horas de descacharrante diversión como hacía tiempo que no disfrutabas.”
Hace
como dos semanas me entraron unas ganas locas de leer este libro y sí, en parte
fue por el título. Es innegable que llama la atención nada más verlo y eso fue lo
que me pasó a mí, no solo por ese mensaje tan contundente sino porque dice una
gran verdad. Soy de las primeras que culpan al karma por las cosas “malas” que
me pasan… cuando seguramente me pasen por idiota, así que ya tenía algo en
común con la protagonista.
La
sinopsis también te da algunas pistas de lo que puedes encontrar en el libro,
un batiburrillo de personajes que no dejan indiferente a ninguno pero no me voy
a adelantar. Vamos por partes.
Para
empezar, Laura Norton nos promete “una sonrisa” al leer el libro y lo cumple. No
sólo eso, sino que No culpes al karma de
lo que te pasa por gilipollas está lleno de momentos desternillantes. La
verdad es que creo que jamás había leído nada parecido y fue increíble, con
algunas escenas estuve riéndome durante un día entero porque pasar, le pasa de
todo a Sara. Por lo tanto, el humor está asegurado durante buena parte del
libro. También tiene esos típicos momentos de vergüenza o tristeza pero porque
es bastante fácil empatizar con la protagonista y aunque te rías de los
problemas de Sara, hay veces en las que era inevitable ponerte su lugar y
preocuparte al igual que lo hacía ella. Pero creo que esto también es un punto
bastante positivo porque el libro te hacía sentir muchas cosas, a veces era
como una montaña rusa de emociones y eso me gusta, para mí lo hacía mucho más
realista.
Esa
es otra. A la vez que realista, es un libro bastante actual, por eso también es
muy fácil identificarse con todos los personajes con esas típicas
preocupaciones de futuro, los problemas financieros que sufren la mayoría, la
incertidumbre… etc.
El
romance también es parte de la novela. Desde mi punto de vista, creo que no se
le da la importancia que esperaba, sí es un elemento muy importante de la
historia pero no todo gira en torno al romance (puede que alguien no esté de acuerdo con este punto), quizá es
porque estoy bastante acostumbrada a las típicas novelas de romance donde
prácticamente todo el libro se basa en ello y aquí no lo he visto tan presente
como en esas novelas. También un punto a favor. Sara tenía sus muy buenos
monólogos sobre qué sentía con respecto a los amores de su vida, pero de una
forma que no se me hacía nada pesado.
El
libro me ha gustado mucho, cumplió con parte de mis expectativas pero si tengo
que ser crítica en una cosa, sería en el ritmo. La manera que tiene Laura
Norton de narrarnos la historia, me encanta, está escrito en primera persona y
como ya he dicho, Sara tiene unos monólogos que son parte de por qué este libro
me ha parecido una maravilla. ¿Cuál es el problema? Que al principio el ritmo del
libro era muy acelerado, luego se volvía un tanto lento y el final —un tanto
predecible— pasaba volando y todo se volvía un poco forzado. Por lo menos esa
era la impresión que me daba. No sé si el problema ha sido contar una historia
un tanto compleja a veces y con muchas incógnitas en un solo libro o es que mi
percepción del tiempo está un poco estropeada, pero creo que era necesario
comentarlo.
En cuanto a los personajes...
Sara es la protagonista
del libro y la que va narrando los acontecimientos. Como dice la sinopsis, Sara
es muy maja aunque un pelín obsesiva y alérgica a los sobresaltos. Lo que me
gustó de Sara, además de tener mucha gracia para contar sus desgracias es que a
mi manera de verla, era valiente. No sólo por ser la protagonista sino porque
luchaba por lo que quería aunque el futuro incierto asuste. Pasarse de una
carrera a trabajar como plumista —empleo que desconocía completamente— fue lo
único que necesité para amarla. Es verdad que tiene momentos en los que te
gustaría darle un buen golpecito en la cabeza para que espabilara pero para eso
ya tenemos al resto de personajes.
Roberto es
el novio de Lucía. No tengo mucho que comentar ya que me pareció el más normal
del elenco. Me hacían gracia algunas de sus intervenciones pero era como un
canario en una jaula llena de loros, no sé si se me entiende.
Lu es la hermana de
Sara. Modelo. Muy guapa. Muy dicharachera. Muy todo. Lu es la típica persona de
la que puedes fácilmente sentir envidia, a eso súmale que sea tu hermana. No
obstante, también es muy fácil encariñarte con Lu, porque tiene esa
personalidad sin preocupaciones que a muchos les gustaría —entre los que me
incluyo. ¿Lo malo? A veces me parecía sumamente egoísta, excepto en el final…
no la comprendí en absoluto.
Aarón es el amor de instituto
de Sara. Un amor que no llegó a ninguna parte pero que impulso los sueños de
Sara para hacerse plumista. Aarón me pareció un personaje bastante cliché:
músico de rock, sin miedo arriesgarse en la vida y con un pasado algo turbio.
Quizá esto era parte de su encanto pero la verdad es que es un formato que a mí
ya me cansa. Lo que sí me gustó es que el pasado turbio de Aarón no fuera el
centro de su vida, un misterio que descubrir, como pasa en otros libros con
personajes como el suyo. Lo contaba como algo que le había pasado y que le
había hecho daño, pero punto y final.
Arturo y Berta son
los padres de Sara y para mí uno de los puntos fundamentales de esta novela.
Arturo con esa crisis de edad que me parecía más que tronchante y Berta con su
orgullo y su pequeña adicción al alcohol que también era muy graciosa. Sin
ellos el libro creo que perdería parte de su esencia.
Eric o mejor dicho… “El vikingo”. Lo que me pude reír con
este personaje no tiene medida. Es uno de esos personajes que son totalmente random pero que luego se hacen
inolvidables. ¡Me encantó!
.
Como ya he dicho, este libro cumple con lo que promete. Muy recomendable si quieres salir de esa rutina de los drama-romances y quieres reírte durante un buen rato. Y además te deja un recuerdo muy bueno con frases míticas como la de Lu:
“No
soy una princesa, soy una khaleesi”
.