miércoles, febrero 25, 2015
Reseña: Un tipo odioso - Christina Lauren
Título: Un tipo odioso
Título original: Beautiful Bastard
Autora: Josephine Angelini
Género: Romántica, erótica
Editorial: Debolsillo
SINOPSIS
"Una joven ambiciosa. Un ejecutivo perfeccionista. Un odio insoportable. Una atracción irrefrenable. Una mezcla perfecta de sexo, amor y mucho descaro. Inteligente, trabajadora y decidida a terminar su máster con la nota más alta, Chloe Mills solo tiene un problema: su jefe, Bennett Ryan. Es arrogante, brusco, desconsiderado... y absolutamente irresistible. Tras pasar seis años trabajando en París, Bennett ha vuelto a Chicago para liderar la empresa familiar. Nunca pensó que la asistente que le había asignado su padre fuera la despampanante, inocente, provocadora y exasperante Chloe Mills. Nunca ha sido el tipo de hombre que mezcla los negocios con el placer, pero ahora está deseando romper esa regla. Está más que dispuesto a saltársela a la torera si así logra estar con ella... en todos los rincones de la oficina. Al tiempo que el deseo de ambos alcanza cotas insospechadas, Bennett y Chloe deberán decidir a qué están dispuestos a renunciar para ganarse el uno al otro. ”
Tengo
que decir que Beautiful Bastard no va
a ganar el premio al mejor libro del año pero no es un mal libro y dentro del
tópico “jefe-becaria” me ha gustado mucho más de lo que me pudo gustar “Pídeme
lo que quieras”.
La
historia no tiene ningún tipo de trama complicada pues se basa en la simple
relación entre Bennett Ryan y su asistente personal Chloe Mills. Eso me gusta,
no había rollos infinitos ni complicaciones monumentales, se trataba de cómo
chocaban las personalidades de los protagonistas y cómo llevaban esa extraña relación
sexual prohibida. A ver, no es que prefiera los libros que no tienen
nada de fondo pero después de leer algunos —y más tratándose de erótica— donde las
autoras se recrean en los problemas de los protagonistas hasta aburrir, está
bien tener novelas como Beautiful Bastard
que van directamente al grano, a lo que es la acción en sí y tengan un bonito
final cerrado. Sin continuaciones, bueno creo que tiene una continuación pero
pequeña, como un epílogo que me leeré en breves.
Otra
ventaja de esta novela es que Christina Lauren narra la historia desde los puntos
de vista de Chloe y Bennett. Cada capítulo lo va narrando uno de los dos y me
encanta que por fin me permitan entrar en la mente del protagonista masculino, algo
que también agilizaba muchísimo la historia. ¡Me gusta, me gusta!
Como
punto negativo, algunas escenas eróticas se me hicieron un poco repetitivas y
pesadas pero eso sucede con la mayor parte de los libros de erótica, entonces
no lo voy a tener en cuenta. Muchas de las escenas sí que me gustaron.
Chloe Mills es una mujer joven que ha
luchado toda su vida para estar donde está, buena estudiante y emprendedora, la
mejor en su trabajo. Me gustaba Chloe porque siempre actuar como una mujer fuerte
que no se deja avasallar —y no se dejaba hacerlo—, por así decirlo… una mujer
que los tiene bien puestos. Aun así, es muy fácil caer en la tentación y de vez
en cuando Chloe sucumbe a un deseo llamado Bennett Ryan. Creo que es un
personaje bastante sencillo, una mujer atractiva de a pie que ha tenido sus
relaciones y que de repente se ve en la encrucijada de enamorarse de la persona
que menos se lo esperaba.
Bennett Ryan, un jefazo cabrón malo. Le gusta que las cosas se hagan a su manera, es un obsesivo del control y un adicto al trabajo... hasta que Chloe se cruza en su camino. Lo que me gusta de Bennett es que, aunque siga el tópico del mandamás que parezca tener cierto poder sobre la protagonista femenina, se aleja de los prototipos como Christian Grey o Eric Zimmerman. Bennett no es posesivo, no es controlador hasta el punto de vigilarla a cada instante y no le hace la vida imposible a Chloe. Sólo intenta aclarar sus ideas dentro del revoltijo de emociones que siente hacia ella y aunque a veces se comporte como un tremendo idiota, en el fondo sólo es un hombre asustado del amor.
No
es el libro del que más me he enamorado y tampoco una de las siete maravillas
de la literatura erótica pero me hizo pasar un buen rato. Fue una lectura
rápida que me enganchó desde el principio, con una narrativa sencilla y fluida.
La verdad es que ha sido como ver una película de domingo, tenía su
principio-nudo-desenlace y en dos días, libro finiquitado.
