Reseña: Éxodo - Anissa B. Damom

SINOPSIS 

"Voy a darte los tres consejos que a mí no me dieron. Este es el primero: Olvida todo lo que te han contado: los vampiros no existen, los lobos son solo animales y los magos, las hadas y los duendes se encuentran encerrados en grandes tomos de hojas desgastadas.
Quiero mostrarte la otra cara del mundo. Un lugar donde el peligro se enmarca en perfectos rostros de porcelana perlada, el amor es como una bestia salvaje sedienta de sangre que acecha y te arranca el corazón mientras estás dormido y la felicidad… la felicidad es un delito que se paga muy caro."

Supongo que lo primero que llamó mi atención al leer esta sinopsis fue… los vampiros no existen. Estaba buscando algo diferente pero que tuviera un toque sobrenatural y después de leer esa frase, me inquietó lo que podría encontrar en Éxodo. Fue toda una sorpresa.

Digamos, en un resumen rapidísimo, que Éxodo nos muestra tres estados que puede experimentar una persona tras su muerte: gran predador, guardián o cazador. Los muertos conviven con los vivos en un mismo mundo pero con una jerarquía y sociedad muy diferentes.

Puede parecer todo un lío al principio pero tranquilos,… Lena es nuestra protagonista —de la que hablaré más adelante— y ella tampoco tiene ni idea de qué va el asunto. Despierta después de un accidente, con la memoria pérdida y una nueva familia de lo más peculiar: los De Cote. En un lugar donde se siente extraña y sin recuerdos que la ayuden a comprender quién es y por qué está donde está, Lena sólo tiene clara una cosa, la muerte es su solución. Para ello buscará la ayuda del chico malo del libro, Christian Dubois. Esta sinopsis es más adecuada.

 No me esperaba una maravilla de libro por mucho que la sinopsis despertase mi curiosidad pero tampoco puedo decir que no me haya gustado porque me enganchó bastante. Dos días leyendo como una posesa son prueba de ello. Personalmente, me gusta mucho el mundo paralelo que ha construido la autora, aunque al principio me resultó difícil comprender cómo era esa jerarquía de la que hablaba donde los grandes predadores son los asesinos despiadados; los guardianes monstruos alimentados de culp, guiados por los instintos y, por último, los cazadores que sobreviven como pueden de los otros dos. (?)  Creo, porque todavía no lo tengo muy claro.

Lo principal y básico es que se trata de algo diferente, criaturas a las que no estamos acostumbrados, y bajo mi punto de vista, esa parte de la novela es bastante original, una nueva concepción sobre la muerte que tiene su garra.

Lena es la protagonista y no me gusta. Lo intenté y al principio parecía que sí pero luego me demostró que era la típica protagonista femenina que solo sabe quejarse, quejarse y por si no nos habíamos dado cuenta, quejarse todavía más. Las reflexiones que se repetían a cada capítulo me dejaban exhausta. También me pareció dependiente y egoísta pero supongo que cada persona puede verla de una manera diferente, a mí me ponía muy nerviosa. Quizá a otros les parezca adorable pero nadie me puede negar que es una persona pesada a la que se le coge cariño. Tampoco esperaba que le pasase nada malo. #FinalFelizparaLena

Christian Dubois es el chico malo. Eso ya lo he dicho pero lo tengo que volver a decir porque era lo que TODO el mundo me había comentado. Y sí, es bastante malote… al principio. Luego conoce a Lena.

Sinceramente, me esperaba un Christian Dubois mucho más malvado y violento. Para mí es el típico chico malo torturado por la vida al que le falta un amor en su vida que lo cambie todo. Ahí entra Lena, por supuestísimo. Christian Dubois (de verdad, no puedo dejar de llamarle por el nombre completo. no sé por qué), cumple las características del tradicional protagonista masculino de novela juvenil romántica: sobreprotector, brusco cuando tiene que serlo y con el “te quiero” siempre en la boca.

No puedo decir nada más de él, sólo un: me esperaba otra cosa.

En cuanto a los demás personajes, no puedo irme sin hablar de los De Cote, la familia adoptiva de Lena. Tres jóvenes —si se pueden llamar así— que cuidan a Lena como si estuviera hecha de cristal. Tenemos al que podríamos llamar el “patriarca” de la familia que sería exactamente la antítesis de Christian Dubois y ese es Liam De Cote. Me enamoré de él pero no pude resistirlo porque es un personaje que está creado para eso, para que te guste. Incluso Lena lo dice, pero es que tiene toda la razón.

Lisange es la amiga que Lena necesitaba en la historia y la impresión que me dio no era mala. Tampoco buena. La verdad es que nunca sabía por dónde cogerla y creo que es un personaje que todavía no está bien definido. Espero que en las continuaciones profundicen más en ella. Me recuerda mucho a Rosalie de Crepúsculo, sólo que mucho más amable, puede que sea una mezcla entre Rosalie y Alice pero no lo quiero decir en voz alta porque me pondré a gritar.

Los De Cote terminan con Flavio. No tengo mucho que decir de él, es un personaje que no me llamo en absoluto y que estaba por estar. Ya está. Me hubiese gustado conocer mejor a la pandilla de Christian Dubois. Creo que no había mucho protagonismo de los grandes predadores y me parece una lástima porque los encuentro muy interesantes. A ver si en los siguientes libros tengo suerte y hablan más de ellos.